Frente a toda situación nueva nos sucede un torbellino de pensamientos, imágenes y emociones.
La ilusión de nuestra parte racional que cree que es capaz de controlar todo lo que ocurre en nuestra realidad interna y externa, más la posterior frustración que se produce al darnos cuenta que esta sensación de control es una ilusión pero nunca una realidad, nos conduce a inseguridades, sensación de incertidumbre, certeza de no saber lo que el futuro depara. Todo esto provoca miedos que pueden llevar en una escala variable según las personas y la situación al cual nos enfrentamos desde un temor leve y manejable, hasta una situación de un profundo temor como ataques de pánico. A su vez, con el transcurso del tiempo pueden llegar a momentos de una profunda ansiedad y/o angustia.
Las personas normalmente no saben referir cuando llegan a estas situaciones de ansiedad y angustia a que se deben las mismas ya que no son conscientes de todo lo que interna y externamente les está ocurriendo.
¿Qué es lo que verdaderamente ocurre?
El miedo funciona como una barrera que nos protege de dos emociones desagradables, ellas son la tristeza y la rabia pero no nos damos cuenta que sin pasar por estas dos emociones, a veces una o la otra, y a veces las dos, no podemos llegar a un cambio efectivo de nuestra conducta y al logro de nuestros objetivos.
El pasar por la tristeza nos ayuda a despedirnos de situaciones, conductas, personas, que pertenecen a nuestro pasado y que hoy han perdido un significado importante para nosotros. La seguimos cargando sobre nuestros hombros como una pesada valija que no nos atrevemos a depositar en ningún lugar.
La rabia es útil para enfrentar situaciones que en nuestro presente o en nuestro pasado han representado un impedimento para vivir mejor y disfrutar de una calidad de vida superior.
Es necesario atravesar la tristeza y la rabia auténtica para llegar a disfrutar de la genuina alegría y del auténtico amor. Solamente una vez que hayamos logrado atravesar esas dos emociones y las situaciones que en ellas implican podrán llegar a nuestra vida, el amor y los afectos que necesitamos y con ellos la alegría que nos traen.
Lic. Elsa E. Alvarez
MN 944